La retina es una estructura que está situada en el interior del ojo y lo tapiza por dentro, en su parte posterior. La luz y las imágenes inciden sobre esta estructura y se desencadenan fenómenos químicos e impulsos eléctricos, los cuales viajan por el nervio óptico al cerebro. Si comparamos el globo ocular con una cámara de fotos de las antiguas, la retina sería la película o rollo donde se proyectan la imágenes.
La retina es una de la estructuras mas especializadas del cuerpo humano y está conformada por neuronas y otras células, entre las cuales se encuentran los conos y bastones, estas células son sensibles a la luz pero de manera diferente: mientras los bastones funcionan en condiciones de baja luminosidad, los conos lo hacen cuando hay mucha luz y, por tanto, proporcionan la visión de colores. Esta estructura tan especializada, que contiene elementos similares a los que conforman el cerebro, se considera una parte del sistema nervioso central. Por su conformación y grado de complejidad es un tejido que no se regenera a lo largo de la vida, es decir, las células y neuronas que se pierden o deterioran no son reemplazadas por células iguales, de forma similar a lo que pasa con el tejido nervioso.
Hasta hace una cuantas décadas la enfermedades de la retina en gran medida eran irreversibles y como consecuencia de ellas se producía la ceguera, sin embargo, con el desarrollo de técnicas quirúrgicas y de nuevos fármacos, así como también, la mejor compresión de sus causas, en la actualidad se pueden tratar una gran cantidad de problemas que afectan a la retina.
El desprendimiento de retina, la degeneración macular asociada a la edad, la retinopatía diabética, las trombosis vasculares de la retina, el agujero macular, entre muchas otras, pueden ser tratadas en la mayoría de los casos con buenos resultados, aunque va a depender muchas veces del “diagnóstico precoz” y el tratamiento adecuado ya sea médico o quirúrgico.
Existen también otra serie de enfermedades como las distrofias retinianas cuyo origen es genético (por ejemplo la retinosis pigmentaria) que en la actualidad no existe tratamiento eficaces para curarlas, pero se pueden beneficiar de elementos y terapias de baja visión con la finalidad de que pueden desenvolverse en su vida diaria de la mejor manera. Posiblemente en los próximos años y con los adelantos de la ciencia también puedan ser tratables.
La manera de prevenir muchas de las enfermedades de la retina son el dogma de la vida saludable, tener una dieta balanceada y rica en antioxidantes, la protección de los rayos UV, evitar el tabaquismo y realizar ejercicios de forma periódica son fundamentales para disminuir el riesgo de padecer problemas en la retina.
No debemos olvidar que la revisión al oftalmólogo ya sea de forma periódica o ante cualquier síntoma es clave para el diagnóstico precoz y el tratamiento de la enfermedades de la retina y con mayor énfasis en aquellas personas con antecedentes familiares.